Karina Brito, 22 años, es una joven emprendedora del área Ixil que ha aprendido a identificar oportunidades de negocio durante la pandemia del COVID-19.

Con un grupo de 20 jóvenes en Nebaj, departamento de Quiché, lanzaron una empresa llamada Avantichajil, que significa "sembradores de vida". Con ella planeaban ofrecer servicios de agroecoturismo en las comunidades de la zona, junto con la producción y comercialización de productos maderables con valor ancestral.

Todo iba bien durante las clases de agronomía: “teníamos la idea de abarcar gastronomía y productos maderables y comenzamos los talleres y capacitaciones orientadas a reservas naturales por parte del INAB”.

Pero llegó el coronavirus y todo tuvo que ponerse en pausa. Las medidas de prevención obligaron a Karina y a su equipo a suspender las rutas que habían diseñado para hacer ecoturismo así como la fabricación de muebles de maderas originarias del lugar.

No ha sido fácil para ella y otros compañeros - sin embargo, ante la adversidad, encontraron la manera de diversificar sus productos y atraer a nuevos clientes.

Sabían que no podían quedarse cruzados de brazos y decidieron ajustar a la nueva realidad el componente "Gastronomía Ixil" de su proyecto de ecoturismo. Así que comenzaron a organizarse para hacer comida local y venderla en línea.

Ahora ofrecen carnitas, carne ahumada, panes y tostadas con pollo, plátanos, pan de banano, licuados, café y más, todo elaborado con productos locales. El emprendimiento lleva solo unas semanas pero los resultados han sido alentadores.

Su canal de venta en línea es MercaRed - manos juveniles en acción, un centro de negocios que reune 7 redes empresariales lideradas por jóvenes del área Ixil, y que ademas cuenta con espacio físico y punto de venta.

“Si nos hubiéramos quedado enfocados en la iniciativa inicial no sé cómo estaríamos ahora. Hay que probar, dar un paso al frente e innovar y aprender cometiendo errores". Karina Brito

“Somos la única empresa de la región que ha abarcado dos iniciativas de la mano”, nos cuenta Karina, y agrega que ahora han encontrado en el agroecoturismo una nueva fuente de ingresos mientras todo regresa a la normalidad.

Karina es una de muchas #JóvenesConChispa que participan del Programa conjunto de desarrollo rural integral Ixil implementado por la FAO y financiado por la Agencia Sueca de Cooperación Internacional (SIDA).